martes, 9 de junio de 2020

EN BUSCA DEL “CONFORT”



EN BUSCA DEL “CONFORT”
Entre todas las pasiones que la igualdad origina o favorece, hay una particularmente viva y que se suscita simultáneamente en el corazón de todos los hombres; el amor al bienestar, que constituye el rasgo más sobresaliente e indeleble de las épocas democráticas...
Los sacerdotes [pastores] americanos no tratan de atraer y fijar todas las miradas del hombre en la vida futura, sino que abandonan de buen grado una parte de su corazón a las atenciones del presente; parecen considerar los bienes del mundo como objetos importantes aunque secundarios. Si no se asocian en empresas humanas, se interesan al menos por su progreso y lo aplauden, y sin dejar de señalar a los fieles el otro mundo como el gran objeto de sus temores y esperanzas, no les prohíben la búsqueda honrada del bienestar en éste.
 (Tocqueville, La democracia en América, 2º, 1ª, 5º) Comentario. Numerosos son los textos que aluden a la búsqueda del bienestar: cf. t. 63, 64, 65, 66, 110, 111, 113, 116, 123, 128... “Confort”, en su significación tradicional, aludía al auxilio espiritual; el significado se desplaza a la comodidad material.

EL PURITANISMO Y LA RIQUEZA
En América [EE.UU.] cada cual encuentra unas facilidades desconocidas en otros lugares para hacer fortuna o para aumentarla. La codicia no descansa, y el espíritu humano... únicamente persigue la consecución de la riqueza. En los Estados Unidos, además de las clases industriales y comerciantes propias de los demás países, se ve a todos los hombres ocuparse de la industria y del comercio, cosa nunca vista hasta ahora...
Su origen enteramente puritano, sus hábitos únicamente comerciales, el país mismo que habitan y que parece apartar a su inteligencia del estudio de las ciencias, de las letras y de las artes, la vecindad de Europa
[...] han contribuido a concentrar singularmente el espíritu americano sobre las cosas puramente materiales.
Las pasiones, las necesidades, la educación, las circunstancias, todo parece, en efecto, contribuir a atar a la tierra al habitante de los Estados Unidos. Sólo la religión le hace levantar, de vez en cuando, una mirada pasajera y distraída hacia el cielo. (Tocqueville, La democracia en América, 2º, 1ª, 9º)
CALVINISMO Y DESARROLLO INDUSTRIAL
El desplazamiento del centro de gravedad que obra el calvinismo poniendo el acento sobre el carácter pecador del mundo conduce a representar la vida terrenal del hombre como una peregrinación a través de un mundo concebido más o menos claramente como un país enemigo. La “salvación” de las Iglesias “populares” toma por ello un carácter dramático que desnaturaliza el verdadero alcance de la salvación, al mismo tiempo que el mundo fundamentalmente pecador es considerado cada vez más como un objeto de explotación y esa tendencia se refuerza en la medida en que la secularización se acentúa. No es por azar por lo que los países anglosajones marcados por el calvinismo han tomado la cabeza del desarrollo industrial. No hay que asombrarse de ver una “peregrinación” aparentemente humilde y de una ortodoxia puritana convertirse al mismo tiempo en una explotación de las fuentes de la naturaleza, explotación que lleva la huella del orgullo espiritual. (Lindbom,
La semilla y la cizaña, nota al cap. “El paraíso y la utopía”) Escribe Lindbom: “No es por azar por lo que el orgullo espiritual [...] se menciona en cabeza de todos los pecados mortales. Es primordial en que se dirige como una acción belicosa directamente contra la orden divina”. (Lindbom, La semi-
lla y la cizaña, p. 23)
La desconsideración hacia la naturaleza es una constante de la historia de EE.UU. Véase los textos 43 (exterminio del bisonte), 73 (exterminio de la vida salvaje en California), 113 (abuso en el consumo de materias primas), 65 (despilfarro de agua), 81 (destrucción del bosque), 136 (contaminación agrícola)...

Fuente:  HISTORIA de ESTADOS UNIDOS
Selección de textos y notas por Jesús M. Sáez
Alicante, 2014

II. LA ÉPOCA DEL PRESIDENTE JACKSON. EL TESTIMONIO DE TOCQUEVILLE

  16. EXPANSIÓN Y CONSTITUCIÓN La Constitución no ha dispuesto que tomemos territorio extranjero, y menos todavía que incorporemos a nacione...